Excursión repechinera al Naranco

Se acerca Mayo y hay que hacer los deberes para poder disfrutar de una nueva edición del Soplao. Las salidas de La Ruta a la Marañuela o a La Suprema de Tapia fueron un toque de atención de que había que apretar el culo para llegar en condiciones a la prueba.

Todo se junta, esta semana bici al taller y dos semanas sin mi Linuxina. Menos mal que mi primo me prestó su montura y que ésta tenía ganas de guerra por el poco uso en estos dos años :P

El sábado, había un nuevo test, que permitiría a ver si va mejorando la cosa, en una ruta hasta el Naranco organizada por el Sargento.


A las 09:15 nos juntamos Willy, el Sargento, Pedro TX y servidor en cuatro caminos. Se notaba que era una ruta para la élite pues todos íbamos con bicis rígidas :)
Sin demora, nos dirigimos al Monte Areo mientras la climatología parecía que nos iba a dar una tregua por el momento. Al subir al Monte Areo, nos encontramos con con Motores y su cuñado Josete que nos acompañarían durante la bajada a Montico por sugerencia de Playu (una forma sutil de que luego tuvieran que subir de nuevo jaja)

El camino que habíamos elegido para bajar a Montico no lo pudimos tomar porque estaba impracticable por el agua así que bajamos por carretera aunque parecía jabón de lo que patinaba...
al llegar abajo, Pedro TX, Motores y Josete se despidieron y nosotros continuamos con nuestra ruta...
Desde Montico, cogimos dirección a Villabona por unos entretenidos con bastante barro. Cuando avistamos el centro penitenciario, empezamos a pedalear con cierto sigilo pues, al parecer, a Willy lo están investigando por un par de cuentas en Suiza...

 

Tras dejar el asfalto, tomamos dirección al Picu Santu Firme. Una entretenida ascensión hasta el area recreativa de la cima.

Aquí paramos a comer una barrita tras un motín al Sargento por nuestra parte. Al fondo, y muy en pequeñito, podíamos distinguir el Cristo gigante que distingue al Naranco. También pudimos ver cómo las nubes se iban acercando a nuestra ruta jeje.

Tras el tiempo justo para comer una chocolatina, cogimos la entretenida bajada hasta Llanera donde alguno estuvimos a punto de hacer la especialidad de los downhillers: Salto por encima de la bici.
Tras abandonar de nuevo el asfalto cogimos la Senda del Río Nora. La última vez que pasamos por ahí, habíamos pasado tan rápido y llovía tanto que no pudimos ni mirar para los lados.

Una senda muy amena entre árboles y paralela al río Nora que nos permitieron estirar las patucas para lo que quedaba aún por subir.

Nuestra salida de la senda fue por una empinada trialera bastante cerrada. La verdad,
 no se a que estoy esperando para atar un machete en el cuadro de la bici para cortar maleza por la frecuencia de este tipo de caminos en nuestras salidas.

Tras empujar la bici un poco comenzamos el ascenso al Picu Cuatro vientos. Una entretenida y larga subida entre piedras que desembocarían en una senda de gravilla más fácil de subir (aunque la cogimos por poco tiempo porque a nosotros nos gusta la marcha jeje)

Bueno, pues subiendo y subiendo por lo menos "EL mazo del tío" no llegaba jaja. Lo que sí parecía que iba a llegar pronto era la lluvia pues el día oscurecía por momentos.
Subiendo y subiendo llegamos a las antenas del Picu Cuatro Vientos. Un nombre muy acertado pues soplaba bastante y frío...

Tras bajar un poco nos metimos en un entretenido camino estrechín que nos permitía apreciar una panorámica de la """""Capital"""" y de nuestro destino (aunque estuviera cerca bordeamos un poco más para hacerlo más entretenido jeje).

Tras un par de subidas más por sendero llegamos a la carretera que ascendía al Naranco. Aquí teníamos pensado parar a comer pero la climatología no estaba muy por la labor de dejarnos descansar así que tras la foto de rigor, pusimos los chubasqueros y para abajo como balas.

La bajada por caleya fue muy divertida y, unido a la lluvia que empezaba a caer de lo lindo, lo hicieron aún más. En nada habíamos bajado todo el desnivel que nos había costado tanto tiempo subir jeje.
Al llegar abajo, buscamos un sitio para atecharnos y comer el bocata y encontramos un sitio amplio y cálido como puede apreciar el lector en la fotografía posterior :).

Tras comer el bocata, seguimos en ruta y, en Lugones, decidimos coger el tren y no hacer los últimos 30 km pues la lluvia no tenía pinta de irse :(

Un buen día de de caleya. Muy buen rollo y poco a poco la cosa pinta mejor de cara al Soplao aunque queda muuuucho trabajo jeje. Por lo menos esta vez no le dio tiempo a venir al Mazo del Tío. :P

Un abrazo y hasta la próxima!
Dani Linux