Que dura es la vuelta a la rutina que viene marcada por septiembre... Desde siempre, para mí ha sido uno de los más duros. El verano trae consigo relajación, que para eso es, algunos excesos gastronómicos... Todo se traduce en unos kilos de más en el body y dureza al arrancar todas las actividades. A veces el aspecto psicologíco te hace pensar que no vas a llegar al nivel que tenías, que va a ser muy duro... Desde la experiencia, el cuerpo recuerda, tardará un par de semanas en acostumbrarse pero nunca será un empezar desde 0.
El lunes pasado, comenzamos la pretemporada en karate. Este mes siempre es marcado por el Sargento Playu, como un mes de transición. Centrando los entrenamientos en el aspecto físico más que el técnico. Conclusión lógica: Unas agujetas en las piernas de las de que te acuerdas cada vez que bajas un bordillo durante unos días.
Como me vi tan flojo, decidí salir a correr el martes para seguir sudando los excesos del verano. Aquí no me ví tan mal, pero todavía debe haber, subiendo a la Campa Torre, rastros del denso sudor que echaba.
El viernes y el sábado, me centré en ver cómo me encontraba sobre la Linuxina. La verdad tenía pánico. A dos semanas vistas de Los Jinetes de la Reconquista, tenía muchas dudas sobre el estado de forma sobre dos ruedas. El viernes lo dediqué hacer una rodada con un pequeño ascenso al Picu San Martín desde Llantones donde casi se me salen los ojos subiendo una trialera de piedra suelta. El sábado ya hice una ruta un pelín más seria, con mucho asfalto eso sí, con subida a Deva, bajada a Brañaverniz y ascender al Fario por carretera desde Peón. Una ruta un pelín aburrida, pero bastante buena para ir recuperando fondo. La conclusión es que hay que ponerse las pilas jeje
El domingo, como colofón, mis amigos y yo fuimos a descender el Sella. A bordo de K2, Bajamos el mítico río asturiano simulando a los internacionales que habían pasado un mes atrás. Alguna volcadura de piragua, alguna confusión de derecha e izquierda (¿a quién no le pasa día a día?), pero un día de lujo...
La pena fue la retirada a la hora de comer de parte de la expedición, en la que me incluyo, a mitad de camino pues se puso a llover con pinta de no parar y amenazaba tormenta.
Bueno amigos,
esperemos que esta semana no sea tan dura jeje
Un abrazo
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