lunes, 22 de septiembre de 2014

Las pedaladas solidarias del Monte Areo 2014

Este sábado se celebró la II Marcha Solidaria Monte Areo BTT coincidiendo con las fiestas de Guimarán en el concejo de Carreño. Un año más, con el objetivo de apoyar al Instituto de Investigación Sanitaria La Fe y a la Asociación Galbán, la prueba concentró a 300 bikers (límite marcado por la organización de la prueba) para pedalear por una buena causa.


En su segunda edición, la prueba varió algo su recorrido, añadiendo alguna cuesta más al final junto con un descenso limitado con cintas hasta llegar a meta. 46 km y unos 1000m de desnivel positivo en dos vueltas a un circuito por el valle de Guimarán y el Monte Areo.


 La prueba tenía programado dar comienzo a las 10:00 de la mañana. Aprovechando la cercanía de la prueba Mani y yo nos desplazamos en bici, a modo de calentamiento, hasta Guimarán. El resto de repechinos se acercó en coche (si es que la edad no perdona...). Mani, era mi rival a batir en la prueba. Un compi de BTT Repechín, que a pesar de apodarlo Pureta en muchas ocasiones debido a su edad, hay poca gente que le enganche la rueda subiendo.


Tras recoger el dorsal, saludar a los compis y conocidos, Willy dio la voz "Chicos, vamos a sacarnos una foto todos en la salida para el blog". Ese movimiento de los repechinos hacia la salida para la foto propició que un movimiento de toda la masa pensando que ya había que coger sitio y cuando nos dimos cuenta estábamos en cabeza de salida jeje. La prueba era solidaria pero se notaba que estaba todo el mundo con el cuchillo entre los dientes.



Este año, el nivel parecía mucho más alto que en la edición anterior. Había bicis que tenían pinta de muy caras y que daban respeto. Aunque como dice Playu "Lo que importa ye el indio, no la flecha". Luego, muchas de ellas estaban empujadas en algún repechín.
Mani, Willy, Piti, Motores, Jandrinweb, Ricardo, Kike de la jungla, Barrancas y servidor fuimos los encargados de llevar el emblema repechín en esta edición de la prueba.

Los primeros km eran llanos, hasta terminar la senda de Guimarán , una vez acabada tocaba subir hasta el Areo por una cuestina dondé, a rueda de Mani, casi me revienta el pulsómetro hasta llegar arriba. Luego había que llanear un poco y posteriormente bajar por la cuesta Turonmán, en honor a la caída que tuvo en el lugar el año pasado. Una cuesta algo rota de piedra suelta que daba paso a una subidina de piedra suelta dónde, queriendo adelantar a Mani, se me salió la cadena al cambiar demasiado rápido y caí como un saco de patates jeje (Hay que hacer los deberes antes). Luego había que crestear un poco por el Areo y posteriormente un descenso entre el bosque muy guapo, con el regalo del barro de la cuesta de las pipas, donde le año pasado caí en dos ocasiones (Este año baje algo más estable).


Tras bajar y llegar casi al lado del prao de la fiesta había una subida extra para posteriormente bajar por un tramo delimitado con cintas que nos llevaría a meta.



Al terminar la primera vuelta, sabía que en las subidas había cumplido bastante bien pero en las bajadas podría haber ido un poco más rápido. Concienciado, comencé la segunda vuelta. Esta vez, al tener más espacio entre los grupos, las subidas técnicas se subía más fácil puesto que podías elegir la trazada sin problemas.



En la bajada de Turonmán apreté un poco más e incluso adelanté a algún ciclista (algo raro para mí jeje). Pero nada, ni rastro de Mani. 


Sólo quedaba la última subidina y ya la bajada al prao de la fiesta. Al final, una vez másn el "Pureta" ganó la batalla jeje.

Cuando llegué, allí estaba en la meta. 2h:45m realicé el recorrido y Mani en 2h:42m. 3 minutos nos separaron esta vez, un poquito más cerca aunque me queda muuucho todavía para toserle.


Piti ya había llegado haciendo un tiempo de 2h:24m. Luego poco a poco, fueron llegando todos los compis a excepción de Barrancas, que cuentan que quedó en el alto del Areo haciéndose una cabaña para pasar la noche allí :P

Al igual que el año pasado, después de la prueba nos esperaba un festín para recuperar lo gastado: pastelitos, arroz con leche, empanada, bollinos preñaos, leche recuperadora....


Y, cómo no, también la posibilidad de tomar una cervecina en la barraca de la fiesta.


Un año más, me queda un gran sabor de boca por la prueba organizada. El año que viene, si se vuelve a realizar, volveré a participar. Da gusto ir a pruebas donde, con escasos medios, organicen algo así y cómo la gente del pueblo se involucra en la prueba. Enhorabuena a todos.



Quizá, la única crítica se puedo echar a los integrantes de los equipos de BTT de Gijón por no acudir en masa a la prueba. Hoy en día, sabemos lo que cuesta organizar las cosas y este tipo de eventos tienen que tener un fuerte respaldo para que se repitan o para que se organicen más.

Y ya para concluir, desear a los niños enfermos que se mejoren y que ojalá podamos ver, a los que le cojan el gusto a este deporte, en muchas pruebas de BTT.

Un abrazo,
Dani Linux




martes, 16 de septiembre de 2014

Los Jinetes de La Reconquista 2014

El domingo pasado, 14 de septiembre, con motivo de las fiestas de la ciudad de Oviedo, se celebró la 4ª Edición de la prueba BTT Jinetes de la Reconquista. En su edición ultra, la prueba constaba de 70 km y unos 2300 metros de desnivel positivo.


Por la participación en la prueba, la organización te obsequiaba con una bolsa con la revista oficial de la carrera, un ejemplar de la revista Bike y de SportLife y, a los 300 primeros participantes un maillot conmemorativo del evento. Noticias en prensa, publicidad, cartelería, señalización... derroche de medios para una prueba que apunta a hacerse un hueco entre las clásicas españolas de BTT.




La prueba, se intuía difícil. Mucho barro, subidas complicadas, bajadas muy peligrosas, senderos estrechos... Todo lo que tengo que mejorar, metido en una única prueba jeje


A las 09:00 de la mañana, arrancaba el desafío. Yo aproveché la cercanía y me desplacé en tren a la prueba. Allí me econtre con Jorge, amiguete que ya vino a la ruta de Migalpiri. Una persona que le gusta mucho el enduro y que en esta prueba se iba a defender francamente bien.

 

Al llegar a Oviedo, en la plaza de la catedral se iban acumulando bikers entremezclados con los que habían alargado la noche de fiesta, que no eran pocos. Allí me econtré con otro amiguete Julio, que vino con los Repechinos en el "Regreso de Covadonga". La carrera, salió puntual a las 09:00 unos 500 bikers tomamos la salida.


Tras unos pocos kilómetros, abandonamos la ciudad y comenzamos a subir. Nos dirigimos en dirección al Picul la Grandota. Una primera parte de subida de hormigón, un poco de asfalto y luego nos adentramos en una caleya de piedra muy suelta.


Tras llegar a la cima, tocó bajar un entretenido descenso. No muy complicado y divertido. Seguimos avanzando km y llegamos al primer avituallamiento. Un plátano y rellenar el bidón y pa arriba.


Ahora tocaba el segundo objetivo del día, la subida de la Cantera de Veguín. La primera era un terreno muy muy roto, se podía subir medianamente bien puesto que la grupeta se había separado bastante. La segunda parte el terreno era  sólo para pros (En los q no me incluyo jeje).  Según la revista de la prueba era 70% ciclable. Se subían unos 5km y poseía un 18% de pendiente media. Denominaron a la subida "Cágate Lorito" jeje, un nombre muy acertado.

Tras llegar a la cima bajamos por una pista de gravilla. Un descenso muy rápido que nos llevó al segundo avituallamiento. Paré un segundo a rellenar el bidón. Al subirme a la linuxina, un señor me dijo "Chaval, aquí mételo todo que hay mucha cuesta".  Yo me dije pa mí "No será pa tanto, ye asfalto joer". Joeeer con la cuesta. Un ascenso prolongado de asfalto de unos 8 km en Les Quintanes. Hacía tiempo que no había sufrido tanto en una subida de asfalto (Por cierto Playu, a ver si nos escapamos al Angliru antes de que llegue el invierno), al acabar ya casi tenía acabao el bidón... Luego nos adentramos en el monte para ascender hasta el Picu El Escobín, punto más alto de la jornada. Aquí había zonas que el terreno estaba extremádamente roto. Al llegar arriba, acabé el bidón de agua y hasta llegar al avituallamiento hubo momentos de pasarlo francamente mal por sed.




Tras crestear un poco, comenzamos el descenso hasta la Mina de Olloniego, donde estaba el avituallamiento. La primera parte, hasta adentrarnos en el bosque, era una bajada muy seca con piedra muy suelta que me tocó bajar a pie en muchas ocasiones debido a mi escasez de técnica . Una vez que nos adentramos en el bosque, el terreno cambió, apareció el barro, los senderos estrechos y las piedras mojadas. Esta zona estaba muy muy delicada y más de uno pudo hacerse mucho daño. Una vez que llegamos al castillete de la Mina de Olloniego, muerto de sed y con las piernas empezando tener calamabres bastante serios, avisté el avituallamiento, peeeero no se iba directamente, había que dar un rodeo de unos 3 km. En ellos, pasamos por un tunel con mucha agua. Imaginaos que sed tenía que no esperé ni al avituallamiento, vi una casita 1 km antes y les pedí que por favor me rellenaban el bidón.


Al llegar al avituallamiento, cogí un pastel y una cocacola y aproveché para descansar un poco. Hacía tiempo que no me prestaba tanto una cocacola. Quería seguir pero casi no podía ni andar. Estiré un poco las piernas, pero me parecía imposible ponerme a subir más cuestas. Más que la dureza, lo achaqué a la deshidratación que había sufrido en el tramo anterior.
 Naadaa, sin pensarlo más me volví a poner el casco, le puse el máximo desarrollo a la bici y empecé a subir por la embarrada caleya poco a poco en dirección El Padrún. Al principio me dolían las piernas con cada pedalada, pero al acabar 2 km que había de sendero, al pedalear sobre el asfalto los calamabres fueron desapareciendo. Lo que fue apareciendo fueron los indicios de la tormenta que se avecinaba.


Sólo quedaba el último ascenso, la que llamaba "La Calambres". "JE JE" pensé cuando lo leí en el suelo. Una subida de unos 5 km donde adelanté algún ciclista de la modalidad de 48 km. Los truenos iban apareciendo más y más cerca. Cuando quedaban unos 5 km empezó a llover. Si llega a empezar una hora antes menuda liada...

Poco a poco nos fuimos acercando al Parque de Invierno donde estaba la meta de la prueba. Embarrado, empapado pero feliz (aunque aún me separaba una hora de la ducha de agua caliente pues debía regresar en tren). Un reto más para la saca. 6h y 40m, el tiempo se podría haber mejorado seguramente, pero bueno, lo importante es mejorar día a día que tovía soy muy novato en este deporte aún.

Y hasta aquí todo. Nada más que felicitar a la organización por la prueba. Ya les trasladé mi opinión de variar la ubicación de los avituallamientos, para que se tenga en cuenta las zonas más duras. El año que viene espero llegar con algo más de técnica a la prueba jeje

La próxima, la prueba del Monte Areo el sábado que viene.

Un abrazo!
Dani Linux


lunes, 8 de septiembre de 2014

La dura vuelta de septiembre

Que dura es la vuelta a la rutina que viene marcada por septiembre... Desde siempre, para mí ha sido uno de los más duros. El verano trae consigo relajación, que para eso es, algunos excesos gastronómicos... Todo se traduce en unos kilos de más en el body y dureza al arrancar todas las actividades. A veces el aspecto psicologíco te hace pensar que no vas a llegar al nivel que tenías, que va a ser muy duro... Desde la experiencia, el cuerpo recuerda, tardará un par de semanas en acostumbrarse pero nunca será un empezar desde 0.



El lunes pasado, comenzamos la pretemporada en karate. Este mes siempre es marcado por el Sargento Playu, como un mes de transición. Centrando los entrenamientos en el aspecto físico más que el técnico. Conclusión lógica: Unas agujetas en las piernas de las de que te acuerdas cada vez que bajas un bordillo durante unos días.

Como me vi tan flojo, decidí salir a correr el martes para seguir sudando los excesos del verano. Aquí no me ví tan mal, pero todavía debe haber, subiendo a la Campa Torre, rastros del denso sudor que echaba.

El viernes y el sábado, me centré en ver cómo me encontraba sobre la Linuxina. La verdad tenía pánico. A dos semanas vistas de Los Jinetes de la Reconquista, tenía muchas dudas sobre el estado de forma sobre dos ruedas. El viernes lo dediqué hacer una rodada con un pequeño ascenso al Picu San Martín desde Llantones donde casi se me salen los ojos subiendo una trialera de piedra suelta. El sábado ya hice una ruta un pelín más seria, con mucho asfalto eso sí, con subida a Deva, bajada a Brañaverniz y ascender al Fario por carretera desde Peón. Una ruta un pelín aburrida, pero bastante buena para ir recuperando fondo. La conclusión es que hay que ponerse las pilas jeje


El domingo, como colofón, mis amigos y yo fuimos a descender el Sella. A bordo de K2, Bajamos el mítico río asturiano simulando a los internacionales que habían pasado un mes atrás. Alguna volcadura de piragua, alguna confusión de derecha e izquierda (¿a quién no le pasa día a día?), pero un día de lujo...


La pena fue la retirada a la hora de comer de parte de la expedición, en la que me incluyo, a mitad de camino pues se puso a llover con pinta de no parar y amenazaba tormenta.



Bueno amigos,
esperemos que esta semana no sea tan dura jeje

Un abrazo